Los 7 países en los que tus tatuajes pueden darte problemas 2. Japón, Sri Lanka, Tailandia, Mianmar

Japón: La cultura japonesa, llena de conflictos culturales y sobreentendidos, vive a menudo escindida entre la rectitud, el honor, el decoro y sus desviaciones perversas. Ahí está su cine porno, que pixela los órganos sexuales o muestra actrices con esa gestualidad exagerada que sugiere la violación, o la centenaria tradición tatuadora de la mafia Yakuza, uno de los motivos por los que los tatuajes se asocian a la mala vida y la delincuencia (des)organizada) desde el siglo XIX, así como a la transmisión de enfermedades. La mayoría de baños públicos, saunas, gimnasios y centros de trabajo prohíben el paso a las personas tatuadas. En lugares donde el turismo es una de las principales fuentes de ingresos se permite a los visitantes extranjeros cubrir sus dibujos a tinta con parches especiales, aunque no siempre es lo más habitual. Se calcula que más del 50% de los onsen niegan la entrada a los visitantes si detectan que en su cuerpo hay algún rastro de tinta.

  • Sri Lanka, Tailandia y Mianmar: En estos países, la permisividad frente al tatuaje es muy selectiva. . En realidad, será el dibujo el que haga saltar las alarmas o no de las autoridades. Depende sobre todo del dibujo a tinta que mostremos y de lo sagrado del motivo, que en el caso de Buda, pondrá en alerta a las autoridades locales. Ha habido numerosos casos de turistas a punto de ser deportados por llevar un tatuaje relacionado con este motivo específico, ya que se considera un insulto a la religión budista. En Tailandia, por ley, tatuarse un Buda en cualquiera de sus formas está totalmente prohibido, especialmente en el caso de los visitantes extranjeros.

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