Adiós a los tatuajes. ¿Arrepentimiento o nueva moda? (2)

«El primer paso es comprobar cómo está la piel. Si se está tomando algún medicamento o si se tiene alguna afección, quizás lo más apropiado sea posponer el procedimiento hasta que se esté bien», subraya Asia. El estudio de la piel es importante, ya que hablamos de un proceso complicado y laborioso en el que durante el tiempo que se está retirando con láser el tatuaje, el organismo va absorbiendo las partículas de tinta y las elimina a través del sistema linfático.
Este procedimiento se realiza mediante un aparato láser de última generación conocido como 'Láser de picosegundo ND- YAG'. No es indoloro, pero se pueden emplear distintas cremas anestésicas para paliar la sensación de quemazón.
Asimismo, entran en juego otro tipo de cuestiones como el relieve, el color del pigmento, si es todo en tinta negra o de color, e incluso hasta qué punto se ha introducido la aguja. Además, las sesiones también varían en torno a los factores que se han mencionado anteriormente. En palabras de la profesional: «Las sesiones pueden ir de cuatro a diez. Los tatuajes de estilo 'fine line'- línea fina- son los que menos se tardan en eliminar. Sin embargo, los que tienen dimensiones más grandes pueden extenderse en un largo periodo de tiempo, desde meses hasta años».